miércoles, 20 de diciembre de 2006

Meteoro 2028

Quisiera que, pudieras ver, cuando vivimos juntos

Quisiera que, pudieras ver, cuando vivimos otra vez

y si tal vez, pudieras ver, cuando hacemos el amor

después de lo que nos pasó, si es que cambiamos tanto.

Esta letra no tiene nada de poesía. Tiene un poco de amor violento.

Esta letra es fácil y me gusta. Esta letra dice varias cosas.

Estos últimos días sentí mucho, me puse a sentir, porque abrir la coraza

permite que uno sienta. Entonces yo sentí muchas cosas. Sentí amor, tristez, odio,

pasión, etc.

Esta semana sentí mucho.

(epa! recién es miércoles)

martes, 12 de diciembre de 2006

El misterioso hombre de negro

Este es mi personaje preferido de Liniers.

El me firmó sus cuadernos y me dibujó al hombre misterioso.

El dibujó un globo rojo.

Tengo un subtitulado en la cabeza que me dice que todo lo

que hago es equivocado.

Tengo una repetición que me indica que quedarme quito es

estar equivocado.

Tengo el espíritu cansado.

Tengo miles de miedos.

Esa es la habitación que yo quiero, la quiero, ya ya ya.

martes, 5 de diciembre de 2006

No llores!

No llores! No grites! No esperes un pañuelo! Salí y gritale al mundo que vas a estar mejor, que vas a sobreponerte, que tenés un espíritu guerrero. No dejes que esa lágrima nos consuma, no dejes que esa partida te desanime. ¿Ya te comenté que estoy pensando en cambiara el mundo? ¿Ya te dije que no puedo hacerlo solo?

Caminabamos a la sombra de las nubes, como si el sol estuviera dispuesto a no salir. La lluvia amenazaba y sin embargo eramos tan felices, eramos tan inocentes, nos reiamos, nos reiamos mezclando la felicidad y la inocencia (también con un poco los nervios). Descubrimos que a pesar de las creencias de todo un pueblo aquella flor metálica inalterable se abría a una determinada hora. También descubrimos que lo que se encontraba dentro de los paquetes de galletitas no eran calorías sino felicidad en formas variadas. Me acuerdo de los corredores que nos miraban cuando pasabamos, y en sus ojos había sólo envidia, "ayy mirá estos guachos que no corren".

"...A pesar del miedo que no aparecía, el hombre sin pensarlo, se encontraba en el interior del edificio, espectante, atento al posible engaño de ella, que sería dejada en el duro verano de la ciudad..." (eso es del libro que no leimos pero que podríamos haber escrito)

Y ahora yo me encadeno, me limito, prefiero no repetir muchas palabras de las que ya dije. Ahora que se partió en dos dejeme decirle que no voy a ser yo el culpable de que no pueda volver a unirse, yo voy a ser aquel que mantenga su parte brillante, lumínica como desde el primer día en que no la vi. Yo voy a ser el adulto responsable, el tutor o el encargado, pero nunca el culpable. Yo voy a ser el que la mantenga de pie si hace falta, el que con un marcadoro dibuje en su cara una sonrisa, el oso hibernando, el duende en la mesita de luz, el perchero si hace falta.