viernes, 24 de noviembre de 2006

Eter

Sale de noche María, evidentemente se nubla la vista, María. El ambiente está lleno de tranquilidad, a pesar de haber regalado mi desierto donde, según Bochatón, acampa la armonía.

Miro alrededor y no lloro, es que no me dan ganas de llorar, sólo veo tu camino afaltado, que no es más que tu forma de demostrar cordura. Por fin las cigüeñas han perdido su capacidad de volar, todo intento de nuevos hijos quedará frustrado.

Afuera de la tierra me esperan cometas y estrellas, seré completamente estelar, seré mi propia luz.

- ¿Y todo ese optimismo de dónde sale? - dice una voz del fondo.

- No sé de donde sale. Debe ser que las opciones eran el optimismo o la héjira.- respondo.

Esa voz ahora me mira, y es la primera vez que me encuentro cara a cara con la voz miradora, muy correcta por cierto. Me deja de decir, sólo me ve.

Me subo al árbol para poder mirar donde dejé mi desierto. Me sonreis, es que en verdad sos mi voz miradora. Aparezco y vuelvo a cambiar mi forma, ya no me reconocés? si soy yo, el mismo que cambiaba.

El efecto es el correcto, por cada golpe que reciba, devolveré diez veces más fuerte, porque está claro que no tengo que devolver con la misma moneda, mi hermano lo sabe bien. Pobre. Es que no tenés por qué molestarme, ni a mi, ni a los mios.

Dejo la madera que sostiene la cama, me siento incoherente hoy, me siento en la mesa. Es la hora de comer y yo no quiero hacerlo, prefiero imaginar como sería si vos fueras ave y yo liebre, prefiero pensar en como correría si vos estuvieras a punto de partir, prefiero pensar como completar tus frases, aunque sé muy bien que no puedo. Escucho que la mayoría de las personas no tienen más de cien palabras dentro de su vocabulario habitual, me siento cualquier persona.

(este es re viejo pero bueno)

1 comentario:

eufemisma dijo...

prefiero imaginar como sería si vos fueras ave y yo liebre





qué lindo

abra de nuevo el último paquetito que le regalé

y le mando un abrazo :)