jueves, 30 de agosto de 2007

Meseta

Con un estilo poco definido, se desploma el viento sobre la meseta. Y el problema reside en su propio estancamiento, es su propio ser meseta. Estancarse como lugar ubicable en el espacio temporal es avanzar, es caminar en la fina cinta transportadora de atletas sedentarios.
Yo yo yo yo, estoy sumamente cansado de repetirme y mucho más aún de hablar sobre mi. Es que ser meseta implica ser la repetición egoísta y constante de uno mismo. Otro de los problemas, y creo que aún más grave que el anterior, es que ser meseta genera la posibilidad de ver la montaña, de ver eso que es más grande, inalcanzable y tentador, pero la paralización mesetal no permite llegar siquiera hasta el comienzo de la estructura rocosa. A la vez la meseta no deja ver lo que está debajo, cumpliendo así con un rito egoísta, soberbio y desesperanzador; no ver lo que está debajo, creyéndose más y paralizado para llegar más alto.
Soy meseta y no me avergüenzo de eso.

viernes, 3 de agosto de 2007

Lo pensé mejor

Son más las cosas que me hacen morir que las que me hacen respirar, canta nicolás kramer desangrándose frente al mic. Y con esa simpleza coincidía con ella. Ahora bien se habla de cantidad pero no de calidad, a pesar de ello creo que en este caso la cantidad también remite a la calidad. El mundo es feo, y es una idea que me atormentó en lo últimos días. Subestimé la idea, la pasé por alto, la pensé superficialmente y me convertí en un anti posmodernidad. A pesar de eso amo al posmoderno y dependo de él. Que tantos jóvenes piensen que el mundo es feo es, por así decirlo, una esperanza de cambio (igual la mayoría de los posmodernos son almas resignadas y no de cambio). Por un momento me aislé, me supuse diferente a ellos y me di cuenta que lo único que estaba haciendo era ocultar la realidad al mejor estilo matrix. Dejé de ocupar el tiempo con cosas que me importan, dejé de intentar cambiar el mundo porque me mentí a mi mismo diciéndome que el mundo era hermoso y maravilloso, me mentí haciéndome creer que las cosas no estaban tan mal, me refugié en cosas que no creo y que no soy, me disfracé de ejecutivo, me disfracé de moralista y eternauta. Prendí la televisión, escuché mi mp3 y dejé que de mi cabeza se vayan las cosas que me hacen sentir más vivo, mis preguntas, mis miedos y mis deseos. Me relajé en el amor, engordé, perdí la noción de las estaciones, bajé religiosamente 2 discos por día. Supuse en toda mi mentira que estaba haciendo lo suficiente, que estaba yendo a un lugar mejor, no pude escapar de mi soberbia (esto es algo que igual no voy a poder cambiar). Y pese a todo eso sigo siendo egoísta porque cuando me burlé de vos más me burlé de mi, de mi esencia, de mi forma de ser.
La conclusión es que el mundo es feo y que yo estoy tomando la píldora equivocada, tendríamos que salir a cambiarlo todo, tendríamos que encontrar la manera de hacerlo. Te acordás que yo quería cambiar el mundo y no podía hacerlo solo? te acordás?